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ECOSUR el diario de los verdes del sur de Tenerife

Los Verdes de Adeje rechazan el levantamiento de las torres de alta tensión del sur, y proponen el soterramiento de la línea.

Los Verdes de Adeje rechazan el levantamiento de las torres de alta tensión del sur, y proponen el soterramiento de la línea.

       
       
 


COMUNICADO DE PRENSA

Los Verdes de Adeje rechazan el levantamiento de las torres de alta tensión del sur, y proponen el soterramiento de la línea.

Los Verdes de Adeje rechazan el levantamiento del tendido de alta tensión del sur que transcurre a través de 25 kilómetros transportando 220 kilovoltios en paralelo a la autopista del sur en varios tramos.

Consideran además que llamar “ecológicos” a los treinta y seis postes de chapa que tiene la línea con un peso de 44 toneladas y una altura de 42 metros, roza el paroxismo.

El impacto visual que causan las torres sobre el paisaje de la isla, es considerable, la envergadura de las mismas ha ocasionado que para poder preparar su base adecuadamente, se hayan tenido que emplear grandes cantidades de hormigón y afectar a una superficie mayor de terreno que las tradicionales torres de celosía, mucho menos agresivas visualmente que estas inmensas moles, que se yerguen al lado de la autopista como gigantes extendiendo sus brazos sobre las cabezas de los automovilistas.

Los Verdes de Adeje, consideran que hubiera sido mucho más lógico el soterramiento de la conducción eléctrica proporcionando al cableado un blindaje contra las radiaciones electromagnéticas, que eliminaría prácticamente el impacto sobre el medio ambiente y el peligro de las radiaciones sobre los seres vivos.

Gabinete de Prensa

Tf: 687187005

verdesadeje2007@hotmail.com

Comienza cumbre sobre cambio climático

www.bbcmundo.com
 
 

Imagen de una fábrica
El costo de no hacer nada puede ser mayor.
Este lunes comenzó en Bangkok, capital de Tailandia, la conferencia internacional del panel de expertos de la ONU en cambio climático.

La cumbre, la tercera que realiza este año el llamado Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) busca definir métodos para reducir las emisiones de dióxido de carbono así como una evaluación de los costos.

El informe definitivo se dará a conocer el viernes 4 de mayo, pero en el borrador final, visto por la BBC, el panel asegura que los países podrán proteger el medio ambiente sólo si desarrollan de forma inmediata políticas que detengan el crecimiento de emisiones contaminantes hacia el 2030.

Activistas medioambientales argumentan que las consecuencias de no hacer nada son mayores que el costo de enfrentar el cambio climático ahora. El panel estima ese costo en 3% de la actividad global anual.

Se prevé que el informe se convierta en la guía clave sobre tecnología de cambio climático y economía.

Medioambiente urbano y ciudades sostenibles: la clave de la eficiencia en el uso del territorio

Rafael León Rodríguez
www.portaldelmedioambiente.com

Cada vez es más frecuente, sobre todo en tiempos electorales, oír hablar acerca del medio ambiente urbano y del concepto de ciudad sostenible. No en vano, según constata el informe de Naciones Unidas sobre el estado de las ciudades del mundo, hecho público en junio de 2006, durante el año en curso el número de personas que habitarán en zonas urbanas, superará al de las áreas rurales. Y en España estamos próximos a alcanzar un 80 % de población urbana respecto al total.

Pero ¿qué entendemos por medio ambiente urbano y por ciudad sostenible? Para avanzar mínimamente en la definición de ambos conceptos, será preciso, previamente, que tratemos de acercarnos a lo que pretendemos expresar cuando nos referimos al “desarrollo sostenible”. El término aparece por primera vez en 1987 en el documento conocido como Informe Brundtland, que recoge los trabajos de la Comisión de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas, creada en Asamblea de las Naciones Unidas en 1983, y sería asumido en 1992 por la Declaración de Río en su Principio 3º: "Aquel desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades". Lo cierto es que esta definición es tan vaga y ambigua que lo mismo sirve para un roto que para un descosido, e, incluso, tras la prostitución que ha sufrido en su semántica por una falta expresa de voluntad política para avanzar en una enumeración -y asunción- pormenorizada de sus contenidos, se utiliza sin un ápice de rubor para justificar actuaciones diametralmente opuestas a la sostenibilidad.

No obstante esta indefinición, podríamos comenzar a hablar de sociedades sostenibles cuando éstas cumpliesen al menos dos condiciones básicas: la no utilización de recursos naturales por encima de su potencial de renovación y la no generación de residuos más allá de la capacidad de su absorción por los ecosistemas. Estas dos condiciones nos introducen de lleno en el más reciente concepto de huella ecológica, indicador agregado o compuesto definido como “el área de territorio ecológicamente productivo, necesaria para producir los recursos utilizados y para asimilar los residuos producidos por una población dada con un modo de vida específico de forma indefinida”. El objetivo de este indicador consiste en evaluar el impacto sobre el planeta de un determinado modo de vida y, por lo tanto, su grado de sostenibilidad.

Aplicados todos estos conceptos al modo de vida urbano y, restrictivamente, al espacio ocupado por una urbe determinada, cualquiera que ésta fuese, nos llevaría a tener que inferir que nunca una ciudad podría llegar a ser adjetivada como sostenible. No obstante, sí sería posible definir ciudades tendentes a la sostenibilidad en el contexto más amplio de su hinterland, siempre que su desarrollo se enmarcase en relaciones de eficiencia en el uso de los recursos, en especial el de los no renovables o escasos, y, con una importancia determinante para el hecho urbano, el del suelo.

Sin embargo, cuando en la actualidad se refieren las políticas de medio ambiente urbano, en muy contadas ocasiones se tiene en cuenta la premisa anterior. Así, el medio ambiente urbano queda reducido a una serie de aspectos y políticas inconexos entre sí (calidad del aire, ciclo integral del agua –incipientemente desarrollado aún- recogida y tratamiento de residuos, zonas verdes…) y sin relación alguna con el soporte físico vivo (o, tal vez, sería más apropiado decir moribundo) sobre el que se desarrolla el hecho urbano. No se tiene, pues, en cuenta que un elevado porcentaje de los problemas socio-ambientales (es preciso avanzar en la utilización de este término, pues, a menudo, los impactos negativos para el medio físico, lo son también para la sociedad y los seres humanos que las constituyen) que aquejan a las ciudades y, por extensión de los impactos negativos que éstas producen más allá de sus difusos límites, al conjunto del territorio, tienen su origen en el modelo de ocupación territorial que adopta el hecho urbano.

Pero ¿cuáles son las características principales que en la actualidad definen a ese modelo en lo que denominamos mundo “desarrollado”? Pues en primer lugar, la sectorización y fragmentación sobre el territorio de los diferentes usos urbanos, y, en segundo término, pero no por ello con menor importancia en cuanto a la problemática socio-ambiental que genera, el culto exacerbado y creciente a la baja densidad en la ocupación edificatoria del espacio.

La primera de éstas características opera como insaciable multiplicador en el número de desplazamientos (y en su distancia) necesarios para satisfacer las necesidades individuales y sociales, al situarse cada uno de esos usos del suelo urbano en sectores monoespecíficos diferenciados e inconexos entre sí, en tanto que la segunda obliga al uso del vehículo privado para la realización de esos desplazamientos, al ser el modelo de la baja densidad que preside el crecimiento del parque residencial, incompatible con el desarrollo de un sistema eficaz y accesible de transporte público colectivo. El impacto de este modelo sobre, por ejemplo, la calidad del aire y los problemas de congestión del tráfico, con no pocos efectos perversos de carácter psico-social, no puede ser más evidente.

Resulta, por tanto, un modelo de (no)ciudad que, con la rémora de esas dos características que lo definen, supone la dominancia en el hecho urbano de la (in)cultura de la ineficiencia y el despilfarro. Un modelo ineficiente y despilfarrador que, en primer término, supone el consumo abusivo de un recurso, como es el suelo, claramente no renovable (por la baja densidad, pero también, como factor añadido, por la multiplicación de la necesidad de espacio dedicado a vías de “comunicación” que aquélla requiere). Pero que también supone un despilfarro inasumible, en función del incremento que origina en la dimensión longitudinal de todo tipo de redes de infraestructuras (como las de abastecimiento de agua, con el consiguiente aumento de las pérdidas, o las de alumbrado público, con el despilfarro energético que conlleva), y en las distancias a cubrir para la prestación de determinados servicios públicos básicos (como la recogida de residuos sólidos urbanos). Con todo esto, además, se está produciendo la innecesaria invasión y destrucción sin posibilidad alguna de vuelta atrás, de espacios que, por su calidad natural y su potencial de uso y utilidad social, debieran ser conservados a toda costa.

Y todo ello para mayor gloria del negocio especulativo inmobiliario que es el que decide, en última instancia (para su provecho exclusivo y beneficio privado) y en la mayoría de las ocasiones, la dirección y el modo en que ha de caminar el crecimiento, que no desarrollo, de las ciudades, despojando de este modo al urbanismo y a las políticas de ordenación del territorio del carácter público y la finalidad social que constituyen su razón de ser.

Por lo tanto, si queremos encuadrar nuestras ciudades en el marco de un medio ambiente sano y en tendencias hacia la sostenibilidad y a una verdadera calidad de vida, cualquier camino a seguir ha de partir de la recuperación del carácter público y social del planeamiento urbanístico, para re-densificar las ciudades y dotar a cada uno de sus sectores, siempre con la excepción de actividades peligrosas o nocivas, de la multifuncionalidad suficiente. Sólo así, además, es posible construir ciudades eficientes y con una huella ecológica asumible.

Y es preciso acabar con la burda demagogia, adoctrinamiento sectario, que reza que el modelo actual viene dictado por la demanda y que lo justo es ofrecer lo que dicha demanda requiere. Porque nunca será justo dilapidar el patrimonio social y natural al servicio de las demandas innecesarias de un porcentaje minoritario de ciudadanos. Y porque si todos quisiéramos vivir en el marco del modelo residencial de, por ejemplo, los cien ciudadanos más adinerados del mundo, necesitaríamos arrasar y disponer, para eso sólo, de varios planetas. Y es que el mercado siempre necesitará ser intervenido, en mayor o menor medida según los casos, por los poderes públicos, para evitar que devore insaciablemente los intereses sociales en pro del beneficio privado de unos pocos y los maleficios a que éste da lugar sobre el conjunto.

Así que ya es momento de que, para hablar con un mínimo de seriedad acerca del desarrollo de políticas para el mejoramiento del medio ambiente urbano y la sostenibilidad de “nuestras” ciudades, se comience haciéndolo de la necesaria y radical revolución que es preciso operar sobre los aberrantes modelos urbanísticos al uso. Lo demás, sin esto, son sólo milongas edulcorantes y sin nutrientes, que no merecen la menor confianza por parte del ciudadano.


Ser vegetariano

Ser vegetariano

¿Carne? No Gracias

"Nada beneficiará la salud humana ni incrementará nuestra oportunidad
de sobrevivir en la tierra más que la evolución hacia una dieta vegetariana”
- Albert Einstein

Por Maru Vigo (*)

Los adversarios de los grupos defensores de los derechos de los animales casi siempre recurren a un ataque típico: acusar de hipócritas a aquellos activistas que aún consumen carne. No es que nuestros opositores realmente se interesen por los derechos violados de los millones de animales destinados al consumo humano, sino que el uso de este recurso casi siempre les proporciona una salida rápida cuando sus patéticos argumentos ya se han terminado.

El vegetarianismo y especialmente el veganismo no se producen de la noche a la mañana. Es una decisión que se produce luego de una cuidadosa evaluación cuando el individuo está física, mental y espiritualmente preparado para evolucionar a una escala mayor de pensamiento y sensibilidad éticos. Es un hecho que se produce cuando nuestra compasión y respeto por nuestro cuerpo, el mundo en el que vivimos y las demás criaturas vivientes alcanza su cúspide.

Los intereses creados de grupos que sólo persiguen un afán de lucro en complicidad con los medios de comunicación masiva se han encargado de realizar un completo lavado de cerebro a la población mundial desde épocas inmemoriales. A diario somos bombardeados por la propaganda de la industria de la carne. Se nos dice que es esencial para el sano desarrollo de los niños, que es vital para el crecimiento y que sin ella moriríamos. Ciertamente no podría estar escribiendo este artículo si eso fuera cierto. Cínicamente, en forma de dibujos animados, se presentan animales de granja que, sonrientes, incentivan su propio consumo. Las sonrisas de las propagandas no muestran la terrible verdad y la insana crueldad que las granjas factorías se empeñan en ocultar.

En los mercados de los países latinoamericanos los vendedores de carne se precian de ofrecer “carne fresca” pues los animales –especialmente las aves– son aniquiladas prácticamente ante nuestros ojos o en mataderos donde la crueldad prevalece y las más mínimas condiciones higiénicas son inexistentes. Por otra parte, en los Estados Unidos la carne se ofrece al público en inmaculados paquetes que a simple vista no dejan ver lo que verdaderamente se oculta en su presentación.

A mí particularmente me bastó visitar un matadero para convertirme en vegetariana y posteriormente en vegana. Nunca podré olvidar lo que ví: reses eliminadas a puntillazos que se clavaban en cualquier lugar de sus cráneos; animales vivos luchando desesperadamente en el aire antes de recibir el corte de sus yugulares para desangrarse lentamente; alfombras negras de moscas y restos malolientes y putrefactos; reses que al abrírseles el vientre mostraban el feto ya desarrollado de un ternero que no alcanzó a nacer; hombres duros, ensangrentados y vulgares que se divertían insanamente con cada corte; sudor, escupitajos y sangre entremezclados en el piso y tal vez lo más triste, niños, perros y ratas disputándose un trozo de carne contaminada no solamente por los antibióticos, hormonas y pesticidas con los que se cría al ganado, sino también por la adrenalina segregada por estos animales al percibir una muerte brutal y cercana.

La mayoría de las personas en el mundo no han tenido la oportunidad de pasar por esta aleccionadora experiencia, pero, en mayor o menor escala, con alta tecnología o sin ella, esto es exactamente lo que sucede en cada matadero del mundo. Al fin y al cabo, la crueldad es siempre la misma.

Las consecuencias de comer animales también son las mismas: múltiples enfermedades cardíacas, cáncer, artritis, esteroesclerosis y osteoporosis. Si a esto añadimos la destrucción progresiva de los bosques tropicales, la erosión del suelo, la escasez de agua y el incremento del hambre mundial comprobamos que éste no es un asunto al que le debamos restar importancia.

Nuestro planeta no sólo está enfermo por la polución, el hambre y las guerras, sino que también se muere de a pocos por la indiferencia e irresponsabilidad con las que el ser humano lo trata. Uno de los privilegios que los seres humanos frecuentemente olvidan es la posibilidad de cambiar y convertirse en mejores personas cada día. La posibilidad de convertirse en personas éticas y compasivas para con todos los seres que nos rodean, empezando con nosotros mismos.

En la actualidad, las alternativas vegetarianas y veganas se encuentran al alcance de todos y constituyen verdaderas fuentes protéicas que nutren nuestros cuerpos de una manera adecuada, saludable y libre de crueldad. Inclusive la comida típica de nuestros países iberoamericanos en la que la carne constituye el plato principal y casi obligatorio, puede convertirse en deliciosas opciones vegetarianas o veganas con un poco de creatividad y determinación.

Concluimos entonces en que el cambio a una dieta vegetariana o vegana debe llegar en el momento preciso en el que el individuo está listo para aceptar tal compromiso. Todo cambio importante y determinante en la historia de los pueblos siempre ha llegado en el momento oportuno. Ni antes, ni después.

Estos cambios han creado polémicas, resistencias y conflictos, pero cuando comprobemos que nuestro cuerpo se encuentra sano y lleno de energía; cuando tengamos la certeza de no estar contribuyendo al hambre de los pobres y nos demos cuenta de que nuestros platos y nuestras conciencias están limpias de sangre y sufrimientos, sabremos que nuestra elección fue la correcta.

 


(*) Maru Vigo ha estado involucrada en el movimiento por los Derechos de los Animales desde 1980 y es actualmente la Directora de AnimaNaturalis Arizona, USA. Originaria de Lima, Perú, Maru reside en Arizona donde, además de activista, se desempeña como traductora profesional y educadora. Es miembro de People for the Ethical Treatment of Animals (PETA) y ha trabajado muy de cerca con Ingrid Newkirk, quien incluso hace mención a su trabajo en su último libro, Making Kind Choices.

(Algunas) razones para ser vegetariano y vegano

Porque las enfermedades del corazón comienzan en la niñez. La carne no tiene fibra y está llena de grasa y colesterol. El Dr. Benjamin Spock –, en su obra Baby & Child Care (Cuidado del bebé y del niño) se mostró contrario a dar carne a los menores de edad.

Porque la carne engorda. Y su cantidad de daños supera a sus beneficios.

Porque no es justo matar animales y comerlos solo porque podemos hacerlo.

Porque no hay criatura viva que desee ver a su familia asesinada. Los animales sienten afecto por sus crías y por sus padres, y sufren al ser separados unos de otros.

Porque Ud. no se comería su perro. Algunos se horrorizan de que otros coman delfines o gatos, pero estos animales sufren lo mismo que un pollo o una vaca.

Porque nadie debería ganarse la vida matando.

Porque si Ud. come carne no puede decir que le preocupa el medioambiente. Las granjas industriales consumen más agua y generan más desperdicios que las actividades agrícolas.

Porque los animales están indefensos. El premio Nobel Isaac Bashevis Singer ha dicho que la discriminación de especies es la forma "más extrema" de racismo porque los animales tienen pocas opciones de defenderse y son fáciles de victimar.

Porque los animales no quieren morir. Como cualquiera, desean ser libres.

Porque los animales sienten miedo antes de morir. Y se estremecen, se orinan, e intentan huir como cualquier humano que teme perder la vida.

DESAROLLO ?

DESAROLLO ?

¿Hay vida después del ladrillo?

David Hammerstein

La ecología será urbana o no será. Visto lo visto de nuestro modelo urbano, parece simplemente que no será. Entre 2 y 3 millones de viviendas, la mayoría turísticas o segundas residencias, están siendo construidas o están proyectadas en España gracias al "boom" actual. Con este urbanicidio podemos decir adiós a cualquier propósito serio en contra del cambio climático. Acabamos con unos recursos hídricos escasos, desvirtuamos centenares de espacios naturales singulares y vaciamos de cultura significativa a miles de pueblos cohesionados. Al mismo tiempo, la democracia local ha sido fagocitada por unos ayuntamientos paralelos "en la sombra" de las constructoras y el interés público se sustituye por el principio de que "urbanizar por urbanizar" siempre es bueno. Huelga decir que brota por doquier la especulación, la corrupción y el blanqueo de capitales ilícitos.


Ahora denunciar la corrupción urbanística está de moda. Puede ser utilizada más como arma arrojadiza que cómo el reflejo de una convicción en otra forma de hacer el hábitat urbano. Las fiscalías han despertado de su letargo, el fisco parece haber descubierto de repente una evasión colosal de impuestos e incluso, se habla de la pérdida de muchos paisajes naturales valiosos. Ya veremos si sigue la preocupación después de las próximas elecciones municipales...

Desde el Parlamento Europeo hemos convertido el escándalo urbanístico español en un asunto europeo importante y notorio. Primero enfocamos la atención de la Comisión de Peticiones (de la que yo soy titular) en la Ley Urbanística Valenciana. En una acción muy poco habitual aprobamos en el pleno del Parlamento un demoledor informe sobre el urbanismo valenciano, lo que ha desembocado en un procedimiento de infracción en contra de la ley y ha puesto ante la opinión pública europea la famosa "Valencian Land Grab" (el robo de tierras valenciano). Además hemos presentado docenas de preguntas parlamentarias y hemos ayudado presentar peticiones europeas sobre casos concretos desde el Cabo de Gata hasta Tarifa; desde Fuerteventura hasta Murcia; en Castilla con San Glorio llegando hasta Mallorca, eso sí, pasando antes por Segovia y la Sierra Norte de Madrid.

Con la legislación europea en la mano, intentamos frenar muchos proyectos y en ocasiones, con algún éxito muchas veces gracias a la ayuda los ciudadanos. Hemos conseguido crear más presión popular en el sistema de justicia, en los distintos gobiernos y en la sociedad en general con el objetivo de defender la vida ante el avance incesante del ladrillo.

Pero nuestro empeño no se queda en la protesta sino también en la propuesta de una nueva urbanidad ecológica y democrática. Puede que no haya vida después de la dictadura del ladrillo pero sí hay una vida vibrante en las miles de comunidades que aman y defienden cada palmo de su entorno construido y natural. Ellas marcan el camino para superar los abusos urbanísticos y tejer un futuro más vivo y feliz.

David Hammerstein
Eurodiputado de Los Verdes

EL DECRECIMIENTO

EL DECRECIMIENTO

Entrevista a Serge Latouche, defensor del decrecimiento
"¡Necesitaremos treinta planetas como éste!"
Víctor-M. Amela
La Vanguardia

Tengo 67 años, nací en Vannes y vivo en París. Soy profesor emérito de Economía en la Universidad París-XI. Estoy casado y tengo tres hijos y cuatro nietos. ¿Política? Alternativa, abogo por un cambio de modelo: ¡soy un objetor del crecimiento!Soy agnóstico. El actual crecimiento económico es insostenible: hay que frenarlo y decrecer

- ¿Se define usted como
objetor del crecimiento?
- Sí. Yo objeto contra la imperante religión del crecimiento económico. Se venera el crecimiento como fin en sí mismo, se persigue siempre crecer por crecer. ¡Es algo irracional y suicida!

- Yo creía que crecer era bueno.
- ¿Sí? En Europa, el producto interior bruto en 200 años se ha multiplicado por treinta. Y pregunto: ¿somos hoy treinta veces más felices?

- Entendido.
- Consumimos 20 o 30 veces más, ¡eso sí! La lógica imperante es: ¡más, más, siempre más! Eso nos conduce a una colosal presión sobre los recursos naturales, a agotarlos.

- ¿Y a qué ritmo crecemos hoy?
- El crecimiento económico europeo, según el PIB, es de un 2% cada año.

- No parece tanto...
- Crecer un 2% anual sobre la ya altísima cota de producción y consumo europea ¡es muchísimo! Los recursos son limitados.

- Explotaremos más bolsas de petróleo.
- Queda menos petróleo cada día. Y su explotación es cada día más costosa. Dentro de unos quince años, un barril costará 400 dólares: ¡eso hará inviable la aviación civil!

- Hallaremos nuevas fuentes de energía.

- Los científicos no son tan optimistas al respecto. Por hoy, producir un kilo de carne de vaca europea exige ¡seis litros de petróleo!

- ¿Cómo calcula eso? - Sume el petróleo necesario para fabricar piensos, abonos, para mover tractores y la industria agroalimentaria del ramo, y el matadero, el transporte de la carne...

- Entonces la carne se encarecerá...
- Además, esas vacas son viables porque fuera de Europa se usan territorios - para cultivar sojas y otros forrajes para sus piensos- cuya superficie equivale a ¡siete veces la de Europa! A cambio, les exportamos residuos.

- Carne por mierda.
- ¡Un 20% de los habitantes del planeta consume un 86% de los recursos del planeta! Yen la cúspide estamos la llamada clase consumidora mundial:600 millones de personas (cifra que coincide con los automóviles que circulan en la Tierra), distribuidas así: 300 millones en Europa, 200 millones en EE. UU. y 100 millones en Japón y China.

- ¡Y todo el resto de la humanidad anhelando entrar también en este club!
- Por eso la única salida sensata es decrecer. ¡Fomentar el crecimiento es insensato, sólo conduce a la debacle global!

- ¿En qué medida cada repunte de crecimiento mina recursos naturales?
- Lo medimos por la llamada impronta ecológica,que consiste en el impacto que nuestro nivel de vida tiene en el espacio bioproductivo de la Tierra.

- ¿Qué entiende por espacio bioproductivo?
- Es el espacio que nos surte de alimentos, energía, recursos: el planeta tiene 51.000 millones de hectáreas, de las que 12.000 millones son bioproductivas. ¡De ellas dependemos todos los habitantes del planeta!

- ¿Qué parte de ese espacio me nutre a mí?
- Dada la actual población de la Tierra, cada uno deberíamos sostenernos con 1,8 hectáreas de ese espacio bioproductivo.

- Dice "deberíamos"... ¿No es así?
- El actual nivel de vida de los españoles: necesita ¡4,5 hectáreas por persona/ año! para sostenerse. Si todos los habitantes del planeta quisieran vivir como los españoles..., ¡harían falta dos planetas y medio!

- ¿Y si quisieran vivir como los franceses?
- Serían necesarios tres planetas.

- ¿Y como los estadounidenses?
- Seis planetas.

- ¡Seis planetas!
- De seguir creciendo al 2% anual, en el año 2050 la humanidad necesitaría ya explotar ¡30 planetas! como la Tierra para sostener tal crecimiento. Ahora consumimos el patrimonio acumulado por la Tierra en miles de años: hoy quemamos en un año lo que la fotosíntesis tardó 100.000 años en producir.

- ¿Qué deberíamos hacer para frenar esto?
- Volver a una impronta ecológica igual a 1 planeta y no más: o sea, sostenernos con 1,8 hectáreas por persona y año.

- Dicte tres medidas para conseguirlo.
- ¿Sólo tres? Bien. Una: optimizar el uso de la energía, pues el grupo de estudiosos Nega-wat en un informe ha demostrado que en Francia podríamos consumir ¡cuatro veces menos energía! con similar rendimiento.

- Dos.
- Volver a una agricultura ecológica, con abonos naturales y sin pesticidas, y fomentar el localismo agropecuario. Y tres: dejar de derrochar cada año ¡500.000 millones de dólares en publicidad! Esto por higiene espiritual y material: en papel supone 50 kilos de bosque por persona y año.

- ¿Quiénes son los beneficiario del actual sistema?
- Grandes transnacionales como Monsanto. Y todos nosotros somos a la vez víctimas y verdugos...

- ¿Ha visto la película de Al Gore?
- Sí, y aconsejo verla porque te conciencia. Aunque no analiza la lógica del sistema, no denuncia la lógica perversa del crecimiento. No señala responsabilidades.

- ¿Podemos ser ricos de modo sostenible?
- Si vinculamos riqueza a consumo material, no. Por eso nuestro mayor desafío actual consiste en redefinir la idea de riqueza: entenderla como satisfacción moral, intelectual, estética, como empleo creativo del ocio.

- ¿Y lo lograremos, profesor?
- Lo lograríamos si todos pensásemos como piensa mi amigo el poeta Castoriadis, que siempre me dice: "Yo prefiero adquirir un nuevo amigo a un nuevo coche".

Invasiones biológicas

Invasiones biológicas

Una amenaza para la biodiversidad de los ecosistemas
Invasiones biológicas
El ecologista

Enrique Mateos, Susana Redondo , Teresa Luque, Manuel E. Figueroa , Grupo de Investigación “Ecología, Citogenética y Recursos Naturales” de la Universidad de Sevilla.

La introducción de especies exóticas invasoras es uno de los principales problemas de conservación al que se enfrentan actualmente nuestros ecosistemas. De hecho es una de las causas más importantes de pérdida de biodiversidad. Es necesario profundizar en el conocimiento del efecto que estas especies tienen sobre los ecosistemas para poder llevar a cabo una adecuada gestión de los espacios naturales, en especial ante un escenario de cambio climático en el que algunas especies invasoras se podrían ver beneficiadas.

El estado actual de globalización del mercado ha permitido la comunicación de áreas que tradicionalmente estaban muy alejadas, debido a grandes barreras geográficas como mares, océanos, desiertos, etc. La eliminación de dichas barreras ha dado lugar al trasiego indiscriminado de especies, tanto animales como vegetales, entre distintas áreas; y esa entrada incontrolada de especies invasoras en los ecosistemas conlleva diferentes efectos sobre las especies autóctonas y sobre el equilibrio del propio ecosistema.

Éxito invasor

Las especies transportadas difieren en su éxito invasor. Hay especies que no sobreviven al viaje, otras en cambio sí lo hacen, pero su llegada al nuevo ecosistema no implica el inicio de un proceso de invasión biológica puesto que no consiguen establecerse con éxito, fundamentalmente por falta de espacio, de recursos, por competencia con los organismos nativos, o por las limitaciones generadas por factores ambientales de tipo físico, por ejemplo temperatura. En ocasiones, estas especies se naturalizan y mantienen unos niveles poblacionales que no interfieren sobre el ecosistema; o bien desarrollan su ciclo de vida y posteriormente desaparecen, en una o más generaciones por fenómenos de estocasticidad ambiental (factores azarosos que inducen fuertes fluctuaciones poblacionales) o estocasticidad demográfica (factores azarosos que motivan secuencias repetidas de muertes). Por todo ello, no siempre las invasiones progresan.

Por último, parte de los individuos que llegan al nuevo ecosistema pueden originar una invasión biológica, generalmente porque se ven liberados de las presiones locales de su área de origen, tales como predadores, enfermedades, otras especies competidoras, todo ello en un ambiente físico compatible con la biología de la especie. Esto hace que las poblaciones de estas especies experimenten un crecimiento exponencial, llegando a ocupar grandes extensiones y suponiendo un gran problema para la conservación de los espacios naturales que invaden.

Efectos en los ecosistemas

Los efectos deletéreos que se producen en los ecosistemas como consecuencia de una invasión biológica pueden ser muy variados. Se pueden dar alteraciones en los ciclos de energía y nutrientes, ya que muchas de las especies exóticas invasoras pueden actuar como sumideros de nutrientes y energía debido, principalmente, al tipo de crecimiento y a la naturaleza de los compuestos que forman, que en ocasiones son difíciles de degradar y permanecen durante largo tiempo en las estructuras biológicas sin ser liberados al ecosistema. Muchas introducciones biológicas provocan alteraciones del hábitat de la fauna y de la flora autóctonas, debido principalmente a cambios en las condiciones físico-químicas del medio, con lo que desplazan a gran parte de los organismos nativos de sus hábitats, reduciendo la biodiversidad del ecosistema. Esta pérdida de biodiversidad puede ser provocada también por la competencia directa de los individuos invasores con los organismos nativos por recursos como el espacio, o por depredación.

Otra problemática derivaría de las hibridaciones con los organismos nativos, lo que lleva en ocasiones a la pérdida de diversidad genética por la contaminación de genes con los de los organismos exóticos. Algunos de estos híbridos provenientes de especies invasoras son muy eficientes competidores, desplazando a los parentales.

Además de los efectos mencionados sobre los ecosistemas, la llegada de organismos invasores puede ocasionar perjuicios directos al ser humano: de tipo económico, ya que en ocasiones las especies invasoras pueden afectar a especies empleadas en agricultura, piscicultura y ganadería; la alteración de los sistemas de drenaje de los estuarios por efecto de las especies invasoras puede dificultar el transporte marítimo, lo que hace necesaria la erradicación o control de los organismos invasores con la inversión adicional que ello supone, etc. Asimismo se pueden dar problemas para la salud, ya que muchas de las especies exóticas pueden actuar como vectores de enfermedades. En la zona costera del sur de España constituyen un problema especies invasoras como el cangrejo americano, el jacinto de agua o la uña de león.

Vías de entrada

En cuanto a las vías de entrada de organismos exóticos, la causa principal es el tránsito de mercancías entre diferentes áreas. En muchos casos el transporte se da de forma no intencionada, ya que los organismos exóticos pueden venir dentro del agua de lastre de los barcos, pegados a los cascos de éstos, o formando parte de la propia mercancía. En otras ocasiones, la introducción es intencionada, ya que las especies exóticas pueden tener algún tipo de interés comercial, como es el caso de especies con importancia agrícola o ganadera. Actividades como la pesca deportiva han buscado la introducción de ejemplares mucho más vigorosos y de mayor tamaño, que al final han resultado ser grandes depredadores y competidores de la ictiofauna nativa. La acuariofilia o el comercio con mascotas constituyen una importante vía de entrada de especies exóticas, muchas de las cuales escapan o son abandonadas en nuestros ecosistemas. En definitiva, el ser humano ha sido de forma intencionada o accidental el gran vector de tránsito de especies exóticas invasoras.

La bibliografía recoge numerosas técnicas empleadas para la lucha contra las especies exóticas invasoras, que se pueden dividir en dos grandes grupos: 1) técnicas de erradicación, que consisten en la eliminación de todos los individuos pertenecientes a la especie invasora; y 2) medidas de control, cuya finalidad es llevar al organismo invasor a niveles poblacionales adecuados para la conservación del ecosistema. Cuando nos enfrentamos a una invasión biológica que ocupa grandes extensiones la erradicación resulta técnica y económicamente inviable, es entonces cuando las medidas de control adquieren mayor importancia.

De cualquier modo la metodología más útil para la lucha contra las invasiones biológicas es la prevención, para ello es sumamente importante la existencia de una red de control de invasiones biológicas apoyada en una concienciación ciudadana. En este sentido parece indispensable la intervención de las administraciones públicas para la creación de marcos de cooperación nacionales e internacionales, apoyados en criterios científicos que permitan: la identificación de aquellas especies potencialmente invasoras y de los vectores principales de invasión; la catalogación de las áreas más vulnerables; la localización de zonas fuente de invasión; así como el desarrollo de la metodología más idónea a emplear en cada caso de invasión.



Spartina densiflora invade los ecosistemas marismeños

Las marismas son ecosistemas muy susceptibles a las invasiones biológicas, debido fundamentalmente a la cercanía de importantes puertos comerciales y a su carácter de ecosistema de transición entre los medios terrestre y marino, lo que hace que presenten características ambientales que se repiten a lo largo de diversas latitudes, de forma que numerosas especies pueden soportar sus factores limitantes (salinidad, encharcamiento, inmersión, oleaje).

Aunque son muchas las especies invasoras que afectan a las marismas costeras, dentro del grupo de especies vegetales, Spartina densiflora representa actualmente la especie invasora más importante, ya que ocupa grandes extensiones y se distribuye en una gran diversidad de hábitats. Spartina densiflora es una gramínea de origen sudamericano que invade la mayoría de los estuarios del Golfo de Cádiz y las marismas portuguesas de la Ría Formosa. Se trata de una especie clonal, con una eficaz reproducción vegetativa que conduce a vigorosos propágulos, una alta capacidad competitiva y un tipo de crecimiento, conocido como crecimiento en falange, caracterizado por la creación de una alta densidad de tallos que dificultan mucho la colonización por otras especies, dando lugar a valores de biodiversidad muy bajos en los hábitats que invade.

Además, junto a esta problemática, hay que añadir los efectos que tiene, si no se controla su crecimiento y distribución, sobre la dinámica hidráulica y sedimentaria de las marismas, debido a que aumenta la tasa de sedimentación, modificando la red de drenaje de la marisma. Alteraciones de los ciclos de energía y nutrientes y la hibridación con la especie autóctona Spartina maritima son otros de los posibles efectos de la invasión del neófito sudamericano, que requieren una investigación minuciosa.



CAMBIO CLIMÁTICO

CAMBIO CLIMÁTICO

CAMBIO CLIMATICO

UNA SOLUCION LETAL

fuente: www.globalizate.org, George Monbiot (12/04/07)

Traducción: Félix Nieto para Globalízate.

Necesitamos una moratoria de cinco años para los biocombustibles antes de que estos acaben con el planeta.

Solía ser una cuestión de buenas intenciones que resultaron ser erróneas. Ahora, simplemente es un fraude. Los gobiernos que quieren usar biocombustibles para combatir el calentamiento global saben que estos causan más daño que remedio. Pero, aun así lo hacen. En teoría, los combustibles producidos a partir de plantas, pueden reducir la cantidad de dióxido de carbono emitido por los coches y los camiones. Las plantas absorben carbono al crecer, luego este es emitido de nuevo al quemarse el combustible.

(Nota del redactor: en la imagen hay una rapresentacion de la huella ecologica en el mundo. Se puede ver que los paises mas desarollados son lo que mas gastan recursos. Para leer mas sobre el asunto por favor entra en el link "GAIA" .)

Al animar a las compañías de petróleo a cambiar las plantas fósiles por las vivientes, los gobiernos a ambos lados del Atlántico, dicen que están descarbonizando nuestras redes de transporte.

En el presupuesto presentado la semana pasada, Gordon Brown anunció que ampliaría el pago de impuestos para los biocombustibles hasta el 2010. A partir del año que viene todos los proveedores en el Reino Unido tendrán que asegurar que el 2,5% del combustible que vendan, este hecho de plantas- de lo contrario deberán pagar una multa de 15 peniques por litro. La obligación aumenta a un 5% en el 2010(1). Para el 2050, el gobierno aspira a que el 33% de nuestro combustible provenga de las plantas (2). El mes pasado George Bush anuncio que multiplicaría por cinco el objetivo para los biocombustibles (3): en el 2017 deberán sumar el 24% del combustible para el transporte (4).

¿Pero que hay de malo con estos programas? Solo que son una fórmula para el desastre medioambiental y humanitario. En 2004 esta columna aviso que los biocombustibles crearían un conflicto: alimentar a los coches o las personas.

Sin lugar a dudas, serán las personas las que perderán: aquellos que se pueden permitir conducir, son por definición, más ricos que aquellos que están en peligro de morir de hambre. También significara la destrucción de selvas y otros ecosistemas importantes. (5).

Por esto he recibido mas ataques que en cualquier otra columna que haya escrito, excepto cuando ataqué a los conspiradores del 11 de Septiembre. Me dijeron que mis afirmaciones eran ridículas, de risa, imposibles. Bien, en un aspecto yo estaba equivocado. Pensé que esos efectos empezarían a manifestarse dentro de muchos años. Ya están ocurriendo.

Desde principios del año pasado los precios del maíz se han doblado. (6) El precio del trigo ha alcanzado los niveles mas altos de los 10 últimos años, mientras que las reservas de ambos, están en las cifras más bajas de los últimos 25 años. (7)

Se han producido revueltas alimenticias en México y se han presentado informes que dicen que los pobres están empezando a padecer las consecuencias en todo el planeta. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos avisa: “Si tenemos una sequía o una mala cosecha, tendremos una situación tan volátil como la de los años 70, y aunque no ocurra este mismo año, nuestras reservas continuaran siendo bajas el año que viene.” (8)

Según la Organización de Agricultura y Alimentos de las NNUU, el motivo principal es la producción de etanol: el alcohol que se usa para el combustible de los motores, que se puede obtener del maíz y del trigo. (9)

La respuesta de los granjeros será aumentar la producción al aumentar los precios, pero no esta claro que puedan cubrir la demanda, si lo hacen será a costa de destruir valiosos ecosistemas.
Ya sabemos que los biocombustibles son más dañinos para el Planeta que el petróleo.

Las NNUU acaban de publicar un informe en el que dice que para el año 2022 el 98% de las selvas de Indonesia habrán sido degradadas o desaparecido completamente. (10) Hace cinco años las mismas agencias predijeron que esto no ocurriría hasta el 2032.
Pero eso lo reconocieron sin considerar la plantación de la palma de aceite para la obtención de combustible para el mercado europeo. Ahora esta es la principal causa de deforestación y será la responsable de la extinción del orangután salvaje. Pero el tema no se queda ahí; al quemar los bosques, los árboles y el suelo que los sustenta se convierten en dióxido de carbono. Un informe de la consultora holandesa Delft Hydraulics muestra que por cada tonelada de combustible obtenido de la palma de aceite se producen 33 toneladas de emisiones de CO2, o lo que es lo mismo, diez veces mas que las producidas por el petróleo. (11).
Siento la necesidad de repetirlo: el biocombustible producido de la palma de aceite contribuye DIEZ VECES MÁS al calentamiento global que el diesel ordinario.

Se están produciendo efectos similares en todo el mundo. Los productores de caña de azúcar se están adentrando en ecosistemas únicos (El Cerrado) en Brasil y productores de soja están destruyendo la selva amazónica. George Bush acaba de firmar un acuerdo con Lula con lo que la situación será mucho peor. Los indígenas en América del Sur, en Asia y en África están comenzando a protestar por la incursión de los productores de combustible en sus tierras. Una petición lanzada por Biofuelwatch, ruega a los gobiernos del Oeste a que se detengan, ha sido firmada por activistas de 250 grupos (12).

El gobierno británico conoce este problema. El año pasado el Ministro de medioambiente David Miliband en su blog reconocía que las plantaciones de palma de aceite eran las causantes de la destrucción del 0,7% de las selvas de Malasia anualmente, reduciendo una fuente natural vital y en el proceso, destruyendo el hábitat natural del orangután. Todo esta relacionado.” (13) No como las políticas gubernamentales.

El motivo por el que los gobiernos están tan entusiasmados con los biocombustibles es que no molestan a los conductores. Parece que reducen la cantidad de carbono de nuestros coches, sin la necesidad de nuevos impuestos. Esto es una ilusión mantenida por el hecho de que solo las emisiones producidas en el país cuentan en nuestro total nacional. La desaparición de los bosques en Malasia no aumenta nuestro impacto oficial ni en un gramo.

En Febrero la Comisión Europea tuvo que decidir entre la eficiencia en los combustibles o los biocombustibles. Intentaban decir a las compañías automovilísticas que la media de emisiones de los nuevos coches debería ser de 120gr por kilómetro para el 2012. Después de un intenso lobby por parte de Angela Merkel en nombre de sus productores de coches, se echaron atrás y aumentaron el límite a 130grpkm. Se anuncio que compensarían este aumento con el uso de biocombustibles. (14)

El gobierno Británico dice “que requerirá a los proveedores de combustible a que informen del ahorro de carbono y de la sostenibilidad de los biocombustibles que provean.” (15)
Pero no les insta a tomar medidas. No puede: sus consultores ya han mostrado que si se intenta imponer unos niveles más estrictos medioambientales a los biocombustibles, esto incumplirá las reglas del comercio mundial (16). Aunque los biocombustibles “sostenibles” ocupasen solo el espacio que actualmente ocupan otros cultivos, los desplazaría hacia otros ecosistemas.

Promete que un día habrá una segunda generación de biocombustibles obtenidos de paja, hierba o madera, pero existen importantes obstáculos técnicos, (17) además para cuando ésta nueva generación esté lista, el daño ya estará echo.

Necesitamos una moratoria en todos los objetivos e incentivos para los biocombustibles, hasta que una nueva generación pueda ser producida por menos de lo que cuesta la producción de combustible de la palma de aceite o del azúcar de caña.
Incluso entonces, los objetivos fijados deben ser bajos y aumentarlos sólo cautelosamente. Sugiero una congelación de cinco años.

Esto requerirá una campaña masiva, mas dura que la que consiguió una congelación de cinco años en la plantación de semillas modificadas genéticamente en el Reino Unido. Eso fue importante- las semillas genéticamente modificadas daban a las grandes compañías un control sin precedentes sobre la cadena alimenticia.
Pero la mayor parte de sus efectos son indirectos, mientras que la devastación provocada por los biocombustibles es inmediata y visible.

Este es el motivo por el que será más difícil de detener: incentivada por las políticas gubernamentales, granjeros y compañías químicas están realizando magnificas inversiones. Detenerlos requiere una batalla muy dura, pero debe ser luchada.

Te puedes unir a la campaña en: www.biofuelwatch.org.uk.

Artículo original:

A Lethal Solution

We need a five-year freeze on biofuels, before they wreck the planet.

By George Monbiot. Published in the Guardian 27th March 2007.

Referencias:

1. HM Treasury, March 2007. Budget 2007, Chapter 7.

2. Department for Transport, 21st December 2005. Renewable Transport Fuel Obligation (RTFO) feasibility report. Executive Summary.

http://www.dft.gov.uk/pgr/roads/environment/rtfo/secrtfoprogdocs/renewabletransportfuelobliga3849?page=1

3. George W. Bush. 23rd January 2007. State of the Union Address. http://www.whitehouse.gov/news/releases/2007/01/20070123-2.html

4. The US Energy Information Administration gives US gasoline consumption for October 2006 (the latest available date) at 287,857,000 barrels. If this month is typical, annual consumption amounts to 3.45 billion barrels, or 145 billion gallons. http://tonto.eia.doe.gov/dnav/pet/pet_cons_psup_dc_nus_mbbl_m.htm

In the state of the union address, Bush proposed a mandatory annual target of 35 billion gallons.

5. George Monbiot, 23rd November 2004. Feeding Cars, Not People. The Guardian. http://www.monbiot.com/archives/2004/11/23/feeding-cars-not-people/

6. Nils Blythe, 23rd March 2007. Biofuel demand makes food expensive. BBC Online. http://news.bbc.co.uk/1/low/business/6481029.stm

7. Eoin Callan and Kevin Morrison, 5th March 2007. Food prices to rise as biofuel demand keeps grains costly. Financial Times.

8. Keith Collins, chief economist, US Department of Agriculture. Quoted by Eoin Callan and Kevin Morrison, 5th March 2007, ibid.

9. Food and Agriculture Organisation, December 2006. Food Outlook 2. http://www.fao.org/docrep/009/j8126e/j8126e01a.htm

10. UNEP and UNESCO, February 2007. The Last Stand of the Orangutan. State of Emergency: Illegal Logging, Fire and Palm Oil in Indonesia’s National Parks. http://www.unep-wcmc.org/resources/PDFs/LastStand/full_orangutanreport.pdf

11. Wetlands International, 8th December 2006. Bio-fuel less sustainable than realised http://www.wetlands.org/news.aspx?ID=804eddfb-4492-4749-85a9-5db67c2f1bb8

12. http://www.biofuelwatch.org.uk/resources.php#2007Jan31

13. David Miliband, 14th July 2006. Malaysian Diary.

http://www.davidmiliband.defra.gov.uk/blogs/ministerial_blog/archive/2006/07/14/1497.aspx

14. Commission Of The European Communities, 7th February 2007. Results of the review of the Community Strategy to reduce CO2 emissions from passenger cars and light-commercial vehicles. COM 19 final. http://ec.europa.eu/environment/co2/pdf/com_2007_19_en.pdf

15. HM Treasury, ibid.

16. E4Tech, ECCM and Imperial College, London, June 2005. Feasibility Study on Certification for a Renewable Transport Fuel Obligation. Final Report.

17. Robert F. Service, et al, 16th March 2007. Cellulosic Ethanol: Biofuel Researchers

Prepare to Reap a New Harvest. Science 315, 1488. DOI: 10.1126/science.315.5818.1488